Más caro vivir: IEPS ajusta precios de gasolina, cigarros y refrescos para el 2025

El próximo año, el bolsillo de los mexicanos enfrentará un nuevo reto económico: el incremento en los precios de productos como gasolina, cigarros y bebidas azucaradas debido a la actualización del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS). Esta medida, implementada de manera anual para ajustarse a la inflación, tiene como objetivo fortalecer la recaudación fiscal, pero su impacto directo recae en los consumidores.

El ajuste afectará principalmente a los combustibles, con un aumento en el costo de las gasolinas Magna y Premium, así como el diésel, encareciendo el transporte público y privado. Este incremento, aunque proyectado como una medida para garantizar ingresos fiscales, podría presionar la inflación, afectando la economía familiar.

Por otro lado, los cigarros, considerados como productos nocivos para la salud, también enfrentarán un alza significativa en su precio. Este aumento responde a la política del gobierno de desincentivar su consumo, aunque expertos argumentan que podría fomentar el contrabando y la venta ilegal.

Las bebidas azucaradas, un producto de consumo masivo, no serán la excepción. El incremento en el IEPS busca promover hábitos más saludables y combatir enfermedades relacionadas con el alto consumo de azúcar, como la obesidad y la diabetes. Sin embargo, esta medida genera controversia, ya que representa una carga adicional para las familias de menores ingresos, quienes destinan una mayor proporción de su gasto a este tipo de productos.

A pesar de las críticas, las autoridades defienden el ajuste al IEPS como una estrategia necesaria para mantener la estabilidad económica del país y garantizar el financiamiento de programas sociales. Sin embargo, organismos y analistas advierten que el incremento de estos precios podría generar un efecto dominó en otros bienes y servicios, acentuando la presión sobre los hogares mexicanos.

El inicio de 2025 traerá consigo un escenario económico desafiante. Los ciudadanos deberán prepararse para reorganizar sus finanzas ante el aumento en los costos de productos clave, mientras se debate si estas medidas logran cumplir con sus objetivos fiscales y de salud pública.