Metapneumovirus humano (HMPV): el virus respiratorio que preocupa a China

El metapneumovirus humano (HMPV) está generando preocupación en China debido al aumento de infecciones respiratorias, especialmente en niños y personas vulnerables. Este virus afecta las vías respiratorias superiores e inferiores y carece de tratamiento específico o vacuna. La prevención mediante higiene y distanciamiento es clave para reducir su propagación en temporadas de alta incidencia China está experimentando un aumento significativo de enfermedades respiratorias, especialmente entre menores de 14 años, con casos asociados al metapneumovirus humano (HMPV). Este virus, descubierto en 2001, afecta las vías respiratorias y representa un riesgo mayor para las personas más vulnerables. Aquí te contamos qué es, cómo se transmite y qué medidas existen para tratarlo.

El HMPV pertenece a la familia Pneumoviridae, al igual que el virus respiratorio sincitial (VRS). Este patógeno puede causar infecciones en las vías respiratorias superiores e inferiores, afectando a personas de todas las edades. Sin embargo, es especialmente peligroso para:

• Niños pequeños, cuyo sistema inmunológico no está completamente desarrollado.
• Adultos mayores, más propensos a complicaciones respiratorias.
• Personas con sistemas inmunitarios debilitados, que tienen menos capacidad para combatir infecciones.

Síntomas y transmisión

El HMPV se transmite de manera similar a otros virus respiratorios, a través de secreciones al toser o estornudar, contacto cercano con personas infectadas o superficies contaminadas. Sus síntomas más comunes incluyen tos, fiebre, congestión nasal, dolor de garganta, sibilancias, dificultad para respirar y, en algunos casos, sarpullido. Estos síntomas suelen ser más graves en personas inmunodeprimidas o vulnerables.
Actualmente, no existe una vacuna ni tratamiento antiviral específico para el HMPV. El manejo de la enfermedad se enfoca en aliviar los síntomas, mediante hidratación, medicamentos para la fiebre y el dolor, y atención médica en casos graves.

• Lavarse las manos con frecuencia usando agua y jabón.
• Evitar el contacto cercano con personas infectadas.
• Desinfectar superficies y objetos de uso común.
• Cubrirse la boca al toser o estornudar, preferiblemente con el codo o un pañuelo.